A nadie le gusta envejecer, y seguro que a todas nos encantaría mantener siempre una piel de bebé y el cuerpo de una modelo, pero el paso del tiempo es inexorable. Saber aceptar las arrugas de tu rostro es fundamental para afrontar la madurez con sensatez y vitalidad: si no lo haces, sufrirás de ritifobia.
Preocuparse por el bienestar del cuerpo e intentar adoptar hábitos más saludables para mejorar su respuesta al envejecimiento, es una costumbre saludable. Esto no debe convertirse en una obsesión difícil de controlar. Cuando eso ocurre y el miedo se convierte en un impulso irracional y una excesiva preocupación por las arrugas, estamos ante un cuadro de ritifobia.
La ritifobia es una de las fobias que más se ha extendido en pocos años, y aparece ligada habitualmente a la gerascofobia o gerofobia, que son miedos irracionales al envejecimiento. El florecimiento de este tipo de fobias es debido, principalmente, al aumento de la esperanza de vida durante las últimas décadas, el auge de la cirugía estética y el progresivo aumento de la relevancia del aspecto físico en las relaciones sociales y laborales.
El envejecimiento está excesivamente mitificado en la sociedad actual, lleno de falsas creencias que hacen que se nos haga más difícil sobrellevar el miedo, completamente lógico y natural, que tenemos al deterioro de nuestra calidad de vida y sobre todo a la muerte.
Por eso, es lógico que te preocupe la aparición de las primeras arrugas en tu rostro. Son el primer indicador del envejecimiento y eso le da miedo a cualquiera. Pero es fundamental que entiendas que las huellas de la edad en tu piel son inevitables y que terminarán por aparecer tarde o temprano a pesar de todos tus cuidados.
Para superar el miedo tu mente tendrá que asumir los cambios. Y para ello debes entender que el envejecimiento es parte de tu proceso vital, y que las arrugas son la muestra de las experiencias que ya has vivido y del inicio de otra etapa en tu vida, una etapa llena de madurez y felicidad en la que es muy probable que mantengas una calidad de vida magnífica durante muchos años.
Sé positiva, no dejes que las arrugas te preocupen en exceso y sigue estos consejos para mantener la piel del rostro con un aspecto más saludable:
Mantén una dieta sana y equilibrada
La alimentación es fundamental para el funcionamiento de tu cuerpo y, en consecuencia, de tu piel. Una dieta variada y saludable puede hacer mucho más por tu piel que la cirugía estética, sobre todo si se trata de una dieta antiedad que incluya alimentos con propiedades regeneradoras y protectoras.
Es esencial para mantener una buena salud física y emocional, además tu piel liberará toxinas y mejorará su elasticidad.
Sé optimista y no te escondas
Enfrentarse con optimismo a la aparición de las primeras arrugas es básico para mantener una buena salud emocional en la madurez y eso mejorará el aspecto de tu piel.
Protege tu piel del sol
La piel bronceada no sólo está sobrevalorada, sino que es uno de los factores de envejecimiento más devastadores para su juventud. Mantenla siempre protegida de los nocivos rayos del sol.
Extrema los cuidados de la piel
Sobre todo cuando esté expuesta al sol y otros fenómenos atmosféricos y así retrasarás la aparición de arrugas y las manchas de la piel.
Hidrata diariamente y escoge tratamientos adecuados para tu piel
Dispones de una amplísima gama de cuidados para la piel que suplen las necesidades que provoca el paso del tiempo en el rostro. Antes de pensar en recurrir a la cirugía estética, considera tratamientos menos agresivos, y valora si realmente los necesitas.
Consulta con un profesional si te preocupan demasiado las arrugas. Es lógico que a lo largo de nuestra vida necesitemos ayuda para superar algunas dificultades, y una ritifobia puede no ser sólo fobia a las arrugas, sino un síntoma de que algo está fallando en nuestro modo de enfrentarnos al miedo.