La tartamudez infantil

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La tartamudez infantil

La tartamudez es un trastorno bastante frecuente en niños de entre 2 y 5 años. En la mayoría de las ocasiones desaparece sin necesidad de acudir al logopeda, pero ¿sabes cuándo debes empezar a preocuparte?

Cuando los niños están aprendiendo a hablar, es muy habitual que tengan ciertas dificultades para comunicarse. La tartamudez infantil es una de ellas, y una de las más frecuentes.

Si has observado que tu hijo presenta alguno de los síntomas de la tartamudez, seguramente te interese saber algo más acerca de este curioso trastorno que suele resolverse con el paso del tiempo.

¿Qué es la tartamudez infantil?

La tartamudez es una disfunción del habla que se caracteriza por la interrupción de los patrones del discurso. Aunque puede manifestarse a cualquier edad, es más común en niños, especialmente cuando están aprendiendo a hablar.

La tartamudez infantil afecta a 1 de cada 5 niños, y en especial a los varones, que sufren este trastorno 4 veces más que las niñas.

En la mayoría de los casos, la tartamudez no será más que una anécdota que recordarás con una sonrisa. Sin embargo, es muy importante conocer y valorar sus síntomas para saber cómo prevenirlos y cuándo debes consultarlo con tu pediatra.

Síntomas de la tartamudez infantil

La mayoría de los síntomas de la tartamudez infantil responden a una disfunción del habla propia del proceso de adquisición del lenguaje, y tienen lugar entre los 18 meses y los 5 años de edad.

Este tipo de tartamudeo infantil desaparecerá en cuanto el niño adquiera mayor fluidez a la hora de expresarse. Sus síntomas más frecuentes son las vacilaciones, las interrupciones y las repeticiones de sílabas, palabras o frases cortas.

Sin embargo, algunos casos no se curan por sí mismos, y presentan síntomas que pueden indicar que tu hijo necesita tratamiento para la tartamudez infantil:

  1. El tartamudeo persiste después de 6 meses, empeora o aparece más allá de los 5 años.
  2. Repite sonidos, sílabas o palabras más de 2 veces.
  3. Refleja tensión en sus músculos y dificultad para iniciar las frases.
  4. Eleva el volumen o el tono de voz.
  5. Divide las palabras o las frases, con sensación de atasco o pausa prolongada.
  6. Hace muecas o gestos mientras habla.
  7. Cambia las palabras que le cuestan más trabajo por otras con la intención de que su tartamudez pase desapercibida.

Cómo prevenir y tratar la tartamudez infantil

Aunque no se conocen las causas de la tartamudez, sí que existen ciertos factores que pueden determinar que tu hijo sufra este trastorno en su infancia:

  1. Causas genéticas: la tartamudez afecta con más frecuencia a los niños en cuya familia existe alguien con este trastorno.
    En este caso, la mejor prevención es la intervención temprana, ayudando a tu pequeño a superar sus dificultades con ejercicios sencillos adaptados a su edad y sus necesidades concretas.
  2. Dificultades en el desarrollo psicomotriz: en algunos casos, la causa de la tartamudez no es otra que un retraso en el desarrollo de las habilidades necesarias para hablar.
    Esto no indica ningún tipo de trastorno o retraso mental, sino más bien un desajuste entre lo que el niño quiere y lo que puede expresar.
    En estos casos, la solución puede ser tan sencilla como enseñarle a hablar más despacio.
  3. Condicionantes externos: a menudo una excesiva presión sobre el niño puede ser la causa de su tartamudez.
    Ser exigentes, hablarle demasiado rápido, corregir todos sus errores gramaticales, terminar sus frases..., son algunos errores muy usuales que pueden contribuir a que el niño se bloquee cuando habla.
    Si es tu caso, puedes empezar por reducir el tiempo de tele y aumentar el de lectura; equivocarte de vez en cuando; suavizar el tono de vuestras conversaciones; sustituir las preguntas por afirmaciones... En definitiva, todo lo que pueda relajar el ambiente será beneficioso para superar su tartamudez.
  4. Causas neurofisiológicas: en las que tendréis que trabajar con la ayuda del logopeda. Su misión principal es determinar cuáles son las áreas donde tu hijo necesita apoyo. Así, podrá elaborar dinámicas para que podáis ayudarle en casa a superar esas dificultades.

En la mayoría de los casos, la tartamudez infantil desaparece sin dejar huella. Sin embargo, no debes olvidar que el mejor modo de evitar que esto ocurra es intervenir cuanto antes. Con ayuda del tratamiento para la tartamudez de los niños más adecuado, lo más probable es que tu hijo supere sus dificultades mucho antes de lo que imaginas.

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