¿Rojo o azul?, ¿verde o blanco? Escoger un tono, entre el amplio abanico que nos ofrece una carta de colores, para cubrir las paredes de nuestro hogar, no es tarea fácil. Hoy te explicamos cómo aplicar el color a la decoración de interiores para sacar el mejor partido a la luz, al espacio y, por supuesto, mejorar tu salud emocional.
La decoración y el color de una habitación o una fachada pueden dar un carácter y una personalidad diferente a tu hogar. Más allá de la elección del color en función de la luz y el espacio, debes tener en cuenta que las gamas de colores tienen una influencia clara en cómo te sentirás cuando te encuentres en cada una de las estancias de tu casa.
Elegir el color, cuestión de ánimo
Crear un ambiente cómodo, agradable y acogedor es el principal objetivo de la decoración de interiores. La luz, el espacio, el mobiliario, son piezas clave a la hora de pintar las paredes de nuestra casa. Pero no se debe olvidar la importante influencia que las diferentes gamas de colores ejercen sobre nuestro ánimo y nuestra personalidad.
La manera que los colores tienen de atrapar y refractar los rayos de luz producen un efecto sobre nuestros sentidos, y envían mensajes a nuestro cerebro que alteran nuestras sensaciones e influyen en nuestro carácter.
Los colores fríos hacen que tu cuerpo se ponga alerta, del mismo modo que los colores cálidos provocan el efecto contrario. Los tonos suaves relajan e inducen al descanso y la tranquilidad, y los colores más brillantes son más molestos e irritantes.
El color rojo te enciende, el malva te relaja, el verde te concentra, el azul te tranquiliza, el blanco te anima, el negro es ideal para el misterio... El Feng Shui y la psicología del color se han incorporado a la decoración de interiores como criterios básicos a la hora de escoger entre la amplísima gama de tonos diferentes de la carta de colores.
La luz, pieza clave
La cantidad y el tipo de luz que utilizarás en la habitación son determinantes para escoger un tono determinado.
Debes saber que los colores oscuros atrapan la luz y los claros la reflejan. Esto hace que los cuartos pequeños se vean más grandes si utilizas tonos claros, y que las estancias más amplias y frías se vuelvan más acogedoras con colores más oscuros.
Debes tener en cuenta si vas a utilizar la habitación con luz natural o si la luz artificial va a ser la predominante. También, que un mismo color cambiará mucho dependiendo de la hora del día, de los muebles y de la situación de los puntos de luz.
Lo más recomendable es probar primero los colores escogidos en la pared y observar los cambios a lo largo del día, poniendo algún mueble con uno de los puntos de luz que hayamos escogido para la decoración.
Gama de colores, catálogo de sensaciones
Cada color produce un mundo de sensaciones distinto en nuestro ánimo. Descubre cuáles son los más adecuados para cada habitación:
- El color naranja y el rosa son muy adecuados para el dormitorio de una pareja joven, ya que son colores que incitan a la unión y la pasión. Para reforzar esta unión, los más adecuados son los colores orgánicos y terrosos, como marrones, ocres o cremas.
- Junto con el alegre amarillo, el color rojo es uno de los colores para cocina más adecuados, ya que invita al apetito. De todos modos, evita sobrecargar demasiado o utilizarlo en zonas de relax y dormitorios, ya que este color te activará y renovará tus energías.
- El color azul y el verde son tonos muy adecuados para los adolescentes, ya que refuerzan su personalidad y les aportan confianza. El color verde favorece la concentración, lo que lo hace muy adecuado para el dormitorio juvenil si es, además, la zona de estudio.
- Para las chicas, los malvas, púrpuras y violetas darán un poco de calma y estabilidad en esta etapa de grandes cambios. Combínalos con amarillos o verdes y escoge tonos luminosos para que el color no sature la decoración.
- Según el Feng Shui los colores terrosos son relajantes, muy adecuados para dormitorios y también para el salón o la sala de estar. Los tonos pastel en la gama de los marrones darán calidez y harán el ambiente más acogedor.
- Los colores de la fachada de tu casa darán una imagen más cuidada de ti, si dejas de lado los tonos más básicos y escoges de la carta de colores un tono que combine con el interior de tu hogar y tenga personalidad. Te dará seguridad y hará tu hogar más acogedor y envolvente.
Los contrastes, esenciales para combinar
En muchas ocasiones la forma de las habitaciones es irregular, por lo que los contrastes en la misma gama de colores te permiten ampliar espacios, acortar paredes o disimular cornisas y columnas.
Los colores más brillantes y luminosos son los más adecuados para paredes más cortas u oscuras. Azul turquesa claro, amarillo huevo con un punto alegre, verde manzana claro o rojo fresa son colores adecuados para las paredes más estrechas de una habitación alargada. Combínalos con tonos más claros de la misma gama y conseguirás un efecto sorprendente.
Para dar frescura a las habitaciones, los blancos rotos y vainillas son mucho más adecuados que el blanco: adórnalo con un par de detalles en color rojo o granate para dar un toque cálido y acogedor al dormitorio.
Para dar calidez a dormitorios especialmente fríos, el color rojo intenso también puede ocupar alguna de las paredes más luminosas. En este caso, unos muebles o unos marcos de foto en color blanco sobre las paredes oscuras dan el toque de contraste que necesitas.
Utiliza tonos más claros en los lados más sombríos de columnas, huecos y cornisas, eso iluminará estas zonas y hará el espacio más uniforme.
Dentro de una carta de colores encontrarás miles de tonos diferentes, y no todos producen el mismo efecto. Además, dependiendo del uso que vayas a dar a cada estancia de la casa, unos colores serán más adecuados que otros. Escoge bien los colores antes de empezar a pintar las paredes de tu hogar. Conseguirás que la decoración de tu casa llene tus ojos de sensaciones placenteras.