Que no se te enrolle la lengua...

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Que no se te enrolle la lengua...

A los niños les encanta jugar con todo lo que les rodea, incluso con su propia lengua. Enséñales unos trabalenguas y podréis pasar juntos un rato divertido y muy entretenido jugando con las palabras.

Los trabalenguas son uno de los juegos tradicionales que más suelen gustar a los niños. Úsalos para distraer a tus hijos durante los tiempos de espera, cuando viajes en coche o incluso mientras paseáis hacia el parque. Pronto verás cómo inventan sus propios trabalenguas y compiten para hacerlo mejor que el resto.

También verás cómo tu hijo habla con más velocidad y soltura, que comienza a utilizar palabras nuevas y adverbios, a conjugar mejor los verbos y a expresarse mejor en sus conversaciones.

Además, los trabalenguas amplían su vocabulario, mejoran su capacidad lingüística; también ejercitan la memoria de los niños y los músculos de su lengua, mientras juegan y se divierten.

Su eficacia demostrada para mejorar la articulación de palabras y mejorar trastornos del habla, han hecho de los trabalenguas uno de los instrumentos preferidos de los logopedas para desarrollar el habla del niño y mejorar su agilidad lingüística mientras juegan.

Los trabalenguas son especialmente útiles para aprender a pronunciar fonemas que suelen costarle mucho más trabajo, como la "r" o la "s",  o los conjuntos de fonemas como "pl" o "ch", ya que les ayudan a colocar la lengua correctamente.

Hemos seleccionado algunos trabalenguas divertidos, que seguramente recordarás de tu infancia, para que sorprendas a los niños con estos divertidos juegos de palabras:

Parra tenía una perra. Guerra tenía una parra.
La perra de Parra subió a la parra de Guerra.
Guerra pegó con la porra a la perra de Parra.
Y Parra de dijo a Guerra:
¿Por qué ha pegado Guerra con la porra a la perra de Parra?
Y Guerra le contestó:
Si la perra de Parra no hubiera subido a la parra de Guerra
Guerra no habría pegado con la porra a la perra de Parra.

El rey de Constantinopla
Se quiere desconstantinopolizar
el que lo desconstantinopolice
buen desconstantinopolizador será.

Cuando cuentes cuentos,
cuenta cuántos cuentos cuentas,
porque si no cuentas cuántos cuentos cuentas,
nunca sabrás cuántos cuentos cuentas tú.

Me han dichoTrabalenguas
que has dicho un dicho,
un dicho que he dicho yo,
ese dicho que te han dicho
que yo he dicho, no lo he dicho;
y si yo lo hubiera dicho,
estaría muy bien dicho
por haberlo dicho yo.

Paco Peco, chico rico,
le gritaba como loco
a su tío Federico.
Y éste dijo: Poco a poco,
Paco Peco, ¡Poco pico!

El perro de San Roque
no tiene rabo
porque Ramón Ramírez
se lo ha robado.

Una madre godable tarantantable y pericotable
Tenía dos hijos godijos tarantantijos y pericotijos.
Una tarde la madre godable tarantantable y pericotable
Dijo a sus hijos godijos tarantantijos y pericotijos
Hijos godijos tarantantijos y pericotijos
Vayan al monte godonte tarantantonte y pericotonte
Y traigan una liebre godiebre tarantantiebre y pericotiebre
Enciérrenme en la cocina godina tarantantina y pericotina
Los tres hijos godijos tarantantijos y pericotijos
Fueron al monte godonte tarantantonte y pericotonte
Trajeron la liebre godiebre tarantantiebre y pericotiebre
La encerraron en la cocina odina tarantantina y pericotina
Por la noche un gran gato godazo tarantantazo y pericotazo
Comió godio tarantantio y paricotio
A la liebre godiebre tarantantiebre y pericotiebre
A la mañana siguiente la madre godable tarantantable y pericotable
Dijo a sus hijos godijos tarantantijos y pericotijos
Hijos godijos tarantantijos y pericotijos
Donde está la liebre godiebre tarantantiebre y pericotiebre
Los tres hijos godijos tarantantijos y pericotijos
Fueron a la cocina godina tarantantina y pericotina
Y no encontraron nada de la liebre godiebre tarantantiebre y pericotiebre
La madre godable tarantantable y pericotable
Riñó godeó tarantanteó pericoteó
A sus tres hijos godijos tarantantijos y pericotijos
Por canijos godijos tarantantijos y pericotijos.

Los trabalenguas y juegos de palabras son el mejor entretenimiento para que los niños se distraigan durante los viajes en coche, paseos o momentos de espera, pero también son geniales para aprender a memorizar, conocer su lengua y evitar la aparición de trastornos del habla. Jugar a los trabalenguas hará que el habla del niño se vuelva mucho más ágil y segura.

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