Dulce y casero, esponjoso por dentro y crujiente por fuera, el roscón de Reyes puede abrirse por la mitad y rellenarse de nata, crema, trufa o cabello de ángel. Sin embargo, este postre navideño es tan sabroso que puedes servirlo tal cual y acompañarlo de un chocolate o un buen vaso de leche.
Toma nota de esta receta tan fácil y barata para estas Navidades, te sorprenderá que un postre tan sencillo pueda rendir tanto y estar tan delicioso.
Ingredientes
120 g de azúcar
1 limón
1 naranja
130 g de leche
70 g de manteca de vaca
2 huevos
3 o 4 gotas de esencia de anís
30 g levadura de panadería
550 g harina de fuerza
1 pizca de sal
1 haba seca
1 huevo batido
1 puñado de azúcar para adornar
Frutas escarchadas, guindas, almendras fileteadas...
Preparación
Lava bien el limón y la naranja, sécalos y ralla la mitad de la piel en un bol amplio. Agrega el azúcar y mezcla bien con ayuda de una cuchara de madera.
Añádele los huevos, la leche y la manteca. Mézclalo bien.
Disuelve la levadura en un poquito de agua tibia y agrégala a la mezcla. Añade las gotitas de esencia de anís con mucho cuidado de no pasarte; recuerda que con 3 o 4 gotitas es suficiente.
Mezcla bien con la cuchara y agrégale la harina y la sal. Amasa bien hasta conseguir una masa compacta.
Vuelve a poner la masa en el bol, cúbrela con un trapo limpio y húmedo, con cuidado de que no se cuele el aire.
Espera a que la masa doble su tamaño. Si las condiciones de tu cocina son óptimas, en media hora estará lista, pero puede llegar a tardar hasta hora y media.
Tómatelo con calma y no te precipites.
Retira la masa del bol y dale forma de bola sin amasarla demasiado. Hazle un agujero en el centro y estírala suavemente. Introduce el haba seca y la figurita en su interior.
Ponla sobre papel sulfurizado encima de una bandeja de horno, píntala con el huevo batido y añádele las frutas escarchadas, las guindas o las almendras.
Pon un puñado de azúcar en un tazón y humedécelo un poco. Haz bolitas con los dedos y adorna con ellas el resto del roscón. Cúbrelo de nuevo con el trapo húmedo y espera a que vuelva a crecer.
Cuando el roscón haya vuelto a doblar su tamaño, ya podrás hornearlo. Recuerda precalentar el horno a 200º en cuanto veas que empieza a subir.
Pon en el horno un tazón mediado de agua y así evitarás que el roscón se reseque durante la cocción. Hornéalo a 200º durante 20 minutos aproximadamente. A continuación, baja el horno a 180º y dale diez minutos más de cocción.
Utiliza una aguja de calceta o un palillo largo de madera para comprobar que el interior esté bien cocinado, y retíralo del horno.
El roscón de Reyes ya está listo para servir. Tus invitados se sorprenderán del sabor tan agradable y casero de este dulce de Navidad tan sencillo y económico. ¡Ah! Y no olvides explicar a los niños que pasará si alguien encuentra la figura o el haba.