Durante los primeros meses de vida del bebé es probable que nos preguntemos acerca de cuál es el mejor momento para introducir los cereales con gluten en su dieta.
El gluten aporta al bebé un complejo de proteínas muy importante para su alimentación. Es fundamental hacerlo en pequeñas dosis y de manera progresiva, para que su cuerpo se acostumbre a esta nueva proteína sin problemas.
Poco a poco, desde los cuatro meses
Hasta hace bien poco no se recomendaba la introducción del gluten antes de los siete meses. Sin embargo, se ha demostrado que su introducción en pequeñas cantidades a partir de los cuatro meses reduce las posibilidades de desarrollar la intolerancia al gluten.
Lactancia materna y gluten: mejor juntos
La lactancia materna es también un elemento clave en la introducción del gluten. Las más de setecientas bacterias que contiene tu leche materna se encargarán de proteger el intestino de tu bebé de posibles infecciones, facilitando su tolerancia.
Alternar la lactancia materna con la introducción del gluten asegura mejores resultados.
Pan, pasta, cereales...
Para la introducción del gluten en la dieta de tu bebé, tienes varias opciones:
- Los cereales con gluten pueden diluirse en papillas o biberón. Pueden alternarse fácilmente con la lactancia materna.
- Puedes utilizar el viejo truco de las abuelas y dejarle mordisquear o chupetear un trocito de pan.
- Más adelante, podrás prepararle un platito de sopa de ave muy suave con un puñado de pasta (sin huevo).
Es importante saber cuándo introducir los cereales con gluten en la dieta de tu bebé. Haciéndolo desde los cuatro meses y de modo progresivo, tu bebé tendrá muchas menos posibilidades de sufrir intolerancia al gluten o enfermedad celíaca. Consulta con el pediatra todo el proceso para comprobar que tu bebé se está adaptando a la perfección.
