Sin duda, la lactancia materna es una de las experiencias más enriquecedoras que puedes llegar a vivir con tu bebé.
Por sus características únicas, organizaciones internacionales, como la OMS o la AEPED, la consideran la más adecuada y la recomiendan como la alimentación ideal hasta que tu bebé cumpla los seis meses.
Éstas son sólo algunas de las ventajas de la lactancia materna:
Tu leche, el mejor alimento.
Si estás sana, la leche materna contiene todos los componentes nutricionales que tu bebé necesita en las cantidades más adecuadas. El estómago de tu bebé no está preparado aún para alimentarse de otra cosa, y tu leche es perfecta para su digestión y su crecimiento. Desde que el calostro aparece, la composición de la leche materna se ajusta perfectamente a las necesidades alimentarias e inmunitarias de tu bebé.
Tu bebé: siempre protegido.
El sistema inmunitario de tu bebé no estará listo hasta que cumpla los seis meses. Hasta entonces, la leche materna le transmite los anticuerpos necesarios para mantenerse sano. A pesar de que las leches preparadas de las que dispones en el mercado tienen una composición cada vez más parecida a la de la leche materna, este sistema de protección es, por el momento, inimitable.
Siempre lista.
La lactancia materna es mucho más cómoda que la lactancia artificial. Lista al momento, la leche materna está siempre a la temperatura correcta.
Vayas donde vayas, llevarás siempre el biberón contigo, y eso te hará más autónoma.
Además es gratis, con el consiguiente ahorro que eso supone.
Es una experiencia única.
El contacto directo con el bebé y la sensación de estar alimentándolo crean un vínculo único y refuerzan la relación entre ambos. Te dará seguridad en ti misma y te unirá más a tu bebé.
Mejora tu salud y tu autoestima.
La lactancia materna previene el cáncer de útero y de mama. También te ayudará a perder el peso sobrante del embarazo, y tu útero se recuperará de un modo más rápido y natural.
La lactancia materna es el método más natural y conveniente para la alimentación de tu bebé. Tu leche será su consuelo, y mejorará su salud además de alimentarle.