El asma infantil es la enfermedad respiratoria con mayor incidencia en niños. ¿Qué es? ¿Por qué se desarrolla? ¿Cómo tratarla? Te damos las respuestas a estas preguntas y los mejores consejos para prevenir sus síntomas.
¿Qué es?
El asma infantil es una enfermedad respiratoria crónica que provoca momentos de crisis seguidos de episodios asintomáticos. Durante la crisis asmática los bronquios se obstruyen e impiden que el aire llegue a los pulmones. Los síntomas del asma son:
- Sensación de ahogo.
- Sibilancia.
- Disnea.
- Tos.
- Opresión en el pecho.
Un cambio de temperatura brusco, una reacción alérgica, el ejercicio o el estrés pueden provocar una crisis asmática, que debe ser tratada de manera urgente.
¿Por qué se desarrolla?
El asma infantil afecta a más de un millón de niños en nuestro país, lo que supone el 5% de la población. Las causas de esta enfermedad no siempre llegan a determinarse, pero parece que las principales son:
- Ausencia o abandono precoz de la lactancia materna.
- Infecciones respiratorias durante la infancia.
- Rinitis alérgica o dermatitis atópica.
- Antecedentes familiares de alergias (atopia).
- Exposición continuada a alérgenos.
¿Cómo tratar el asma?
Tu pediatra será quien determine cuál es el tratamiento más adecuado para tu hijo. Las causas, el tratamiento y los síntomas del asma son diferentes en cada niño, pero generalmente consisten en:
- Prescripción de la medicación, que debe tomarse diariamente para regular la inflamación.
- Control de la enfermedad, regularmente.
- Fisioterapia respiratoria, para que el niño aprenda a respirar mejor y controle las crisis de asma.
Los síntomas del asma suelen desaparecer con la medicación y la calidad de vida del niño mejora considerablemente.
Consejos para prevenir las crisis de asma infantil.
Aunque el asma infantil no se puede prevenir, evitar los alérgenos es fundamental para controlar los síntomas:
- Mantén tu hogar limpio y ventilado. Si tienes mascotas, mucho más.
- Aspira las alfombras, colchones, sofás, cortinas y cojines regularmente.
- Cambia la ropa de cama y voltea los colchones al menos una vez a la semana.
- No te excedas con la limpieza: los productos químicos también pueden provocar reacciones alérgicas.
- Evita las lanas, las alfombras de pelo, los peluches y todo lo que pueda acumular polvo.
- Mantén la casa cerrada en épocas de polinización. Puedes consultarlo en Cura tu Alergia.
- Evita cambios extremos de temperatura o humedad.
- Enseña a tu hijo a precalentar antes de hacer ejercicio: id caminando al parque o llevad las bicis al paso antes de empezar a correr.
- Crea una ambiente positivo alrededor de tu hijo e intenta que lleve una vida lo más normal posible.
Las Asociaciones para Pacientes de Asma te informarán y te orientarán sobre cómo sobrellevar mejor esta enfermedad. También suelen organizar actividades para enfermos de asma, como fisioterapia respiratoria o cursos para aprender a respirar.