La gastroenteritis en bebés y niños es una de las enfermedades contagiosas más frecuentes e incómodas. Por eso, es muy importante saber cómo prevenirla, reconocerla y tratarla.
La gastroenteritis es una enfermedad infecciosa del tubo digestivo que consiste en una inflamación de las paredes del estómago y el intestino delgado. Generalmente se debe a una reacción provocada por virus como el rotavirus, pero también adenovirus, calicivirus y astrovirus, aunque los casos más graves y menos frecuentes suelen deberse a una infección bacteriana provocada por bacterias como salmonella, estafilococos o Escherichia coli.
La gastroenteritis también es conocida como gripe estomacal o gripe gástrica, aunque nada tenga que ver con el virus de la gripe o influenza. Sus síntomas más comunes son la diarrea y los vómitos, pero si la causa es vírica también provoca dolor abdominal, fiebre, fatiga, gases, dolores de cabeza y dolores musculares. En el caso de gastroenteritis provocadas por una infección bacteriana es más probable que aparezca sangre en las heces.
El mejor tratamiento para la gastroenteritis en bebés y niños debe prescribírtelo tu pediatra, que es quien debe realizar un sencillo y rápido cultivo para determinar la causa de la gastroenteritis y valorar la necesidad de la administración de antibióticos, en el caso de que la provoque una bacteria.
Si se trata de una gripe estomacal originada por un virus, el tratamiento suele consistir básicamente en reponer líquidos y electrolitos, para lo que debes administrar a tu bebé suero oral frecuentemente, tras los episodios de diarrea o vómitos.
Recuerda que no debes intentar detener la diarrea, pues así es como el cuerpo combate la infección, pero sí reponer líquidos para evitar la deshidratación y hacer una dieta para gastroenteritis, más suave y con alimentos blandos y de fácil digestión.
La gastroenteritis en bebés necesita especial atención para evitar que el bebé se deshidrate, así que no dudes en acudir a tu pediatra si los vómitos o diarreas no desaparecen en 48 horas, el bebé se encuentra somnoliento, tiene fiebre, observas sangre en las heces, mucha sed, los labios resecos o la fontanela hundida.
Consejos para prevenir la gastroenteritis
A pesar de que la gastroenteritis es una de las enfermedades más frecuentes en bebés y niños, existen algunas pautas que puedes seguir para prevenir su aparición, ya que se trata de una enfermedad altamente contagiosa:
- Lávate las manos a menudo, sobre todo después de ir al baño y antes de comer.
- Mantén tu casa limpia y ventilada, poniendo especial atención a la cocina y los baños.
- Lava bien las frutas y verduras, sobre todo si van a consumirse crudas. Para la lechuga, lo ideal es añadir un chorrito de vinagre al agua al lavarla, y dejarla así 5 minutos.
- Intenta evitar las chucherías a granel, que pueden ser toqueteadas por otros niños antes de comprarlas.
- Controla de dónde beben los bebés y qué se lleva a la boca, sobre todo a partir del año y hasta que comprendan que no deben comer cosas de otros niños o del suelo.
- Escoge bien dónde coméis. El sistema digestivo de los más pequeños no está tan preparado como el de los adultos. Busca lugares higiénicos y comida sana cuando tengáis que comer fuera de casa.
- Enseña a tu hijo algunas normas básicas de higiene. Son fundamentales para prevenir la incidencia de la gastroenteritis en niños.
La gastroenteritis suele desarrollarse entre 12 y 72 horas después de haberse producido el contagio, por lo que es difícil determinar sus causas y el momento exacto de éste. Lo normal es que los síntomas desaparezcan en tres días, pero puede llegar a durar más de una semana.
Extremar las medidas de higiene es lo más efectivo que puedes hacer para prevenir la gastroenteritis o gripe estomacal. Si ya se han manifestado los primeros síntomas, recuerda que debes hidratar a tu hijo y seguir con cuidado el desarrollo de la enfermedad.