Los niños se vuelven locos cuando pasan delante de una tienda de chuches. Su aroma, sus colores, su diseño..., hacen que cada vez sean más atractivas para ellos. ¿Cuántas veces te has preguntado cómo afectan a la salud de tus hijos?
Las chuches son, sin duda, los dulces preferidos de la mayoría de los niños. Son productos especialmente creados para ellos, que tienen una mayor necesidad de alimentos dulces en su dieta. Pero, ¿sabemos realmente qué son?, ¿son saludables?, ¿hay diferencia entre ellas?
¿Qué llevan las gominolas?
A pesar de que el aporte de gelatina y glucosa de las chucherías beneficia el crecimiento de los niños, no ocurre lo mismo con los colorantes, acidulantes, espesantes, azúcares, fijadores y potenciadores del sabor y el color.
Todos estos aditivos eliminan el valor nutritivo de estos dulces, que sólo aportan calorías vacías y aditivos artificiales perjudiciales para la alimentación infantil:
- El azúcar de las chuches provoca caries, ya que el azúcar fermenta rápidamente en los dientes de los niños.
- Si se consumen a menudo, pueden provocar aumento de peso, hinchazón abdominal y diabetes. Además, perjudican la flora intestinal, provocando digestiones lentas y pesadas.
- Los colorantes artificiales que se utilizan para que las gominolas sean más llamativas han sido relacionados con el Trastorno de Déficit de Atención en niños Hiperactivos (TDAH).
- A los niños les encantan las tiendas de chucherías a granel, donde ellos mismos las eligen una por una, a menudo saltándose las normas de higiene. Esto puede provocar alguna de las gastroenteritis e infecciones en la boca que tu hijo sufrirá a lo largo de su infancia.
- Los sabores artificiales de las gominolas hacen que los sabores naturales sean menos intensos, lo que hará cada vez más difícil introducir alimentos sanos en su dieta.
¿Existen las gominolas saludables?
En países como Finlandia, Suecia o Dinamarca, las chucherías son parte de su cultura y su tradición. Su consumo generalizado ha llevado a estos gobiernos a legislar los ingredientes permitidos y controlar su calidad, elaborados con ingredientes naturales.
Muchas tiendas importan ya sus chuches directamente de estos países, por lo que cada vez es más fácil encontrar gominolas naturales en muchas de nuestras calles y centros comerciales.
En nuestro país, cada vez son más los fabricantes que se preocupan por mejorar la composición de las gominolas, incorporando a sus catálogos cada vez más chucherías sin gluten, con azúcar de caña, más cantidad de zumo natural, sin grasas trans o sin colorantes.
Gominolas, ¿sí o no?
Las gominolas naturales son bastante más saludables que las que puedes encontrar en el kiosco o tu tienda de chuches habitual. Sin embargo, lo más aconsejable es sustituirlas, siempre que sea posible, por alimentos sanos y dulces:
- Prepara tus propias chucherías con zumo natural y gelatina neutra. Añade el doble de la cantidad de gelatina recomendada y deja que solidifique en una bandeja amplia. Podéis cortarlas con un cuchillo de plástico o moldes de plastilina (limpios, por supuesto) y espolvorearlas con azúcar moreno.
- No uses las chuches como premio ni las guardes en casa. Sustitúyelas por fruta, fresca o seca, el mejor modo de aprender a valorar los sabores y texturas de los alimentos sanos y naturales.
- Preparad juntos vuestros dulces para la merienda, como barritas de cereales o unas galletas de jengibre, que aguantan mucho tiempo sin estropearse.
- Las chocolaterías y teterías vuelven a estar de moda: son un lugar fantástico para disfrutar de una fondue de chocolate con fruta fresca o comprar unos dulces caseros con tus hijos.
Los niños necesitan comer dulces de vez en cuando, y es inevitable que les apetezcan las gominolas, especialmente en fiestas infantiles o tardes de cine. Las chucherías sólo son perjudiciales cuando se convierten en una costumbre habitual: no dejes que eso ocurra y resérvalas para contadas excepciones a su dieta variada y saludable.